5. Ruta del pastoreo

5. Ruta del pastoreo

La ruta se inicia desde la N-321 que es enlazada por un camino rural llano que transita entre olivares, bosquetes de encinares y antiguos cortijos como la aldea de la “Cruz de San Sebastián”. Sin abandonar el camino principal se conecta con la “Realenga o Vía Pecuaria de Loja a Priego”, donde se perciben amplias panorámicas paisajísticas sobre los Montes de Granada y las Sierras Subbéticas, debido a la altitud de la ruta. La Realenga desciende entre bosques mediterráneos muy maduros, para llegar hacia el excepcional enclave de los “Tajos de Chite”, profundos barrancos de naturaleza caliza con formas paisajísticas singulares.
Desde este lugar de interés, seguimos descendiendo por la Vía Pecuaria hasta conectar con la Ruta 4 en la “Cortijada La Venta ” (Ruta de los Ríos y sus Hábitats), el otro punto de inicio inverso del itinerario y zona de descanso en los márgenes del “Río Pesquera”, notablemente caudaloso en este enclave de interés ambiental y paisajístico.

Cortijo de Tamayo en Chite

Medioambientales
La ruta transita por un entorno de media montaña donde se diferencian dos unidades principales: la “Sierra de Castillejos”, al Norte, y la “Sierra de Chite”, al Sur que en sentido W-E cierran una cuenca interna como es el área de Chite. Estas sierras tienen una geomorfología singular de picos abruptos, emergentes y altas pendientes relativas, así como tajos y saltos sobre caliza (“Tajos de Chite”). Una pluviometría de 700 mm garantiza el abastecimiento de los arroyos y fuentes, caso del “Arroyo de Meliena – Chite” y la “Fuente de Chite”.
Es una zona de gran interés forestal, caso del enclave de Chite, dominado por la Encina (Qercus ilex) y formaciones arbustivas muy biodiversas: agracejos, jarales y enebros. El grado de humedad permite la aparición en las umbrías de quejigos (Q. faginea) de gran porte, que llegan a formar rodales puros o entremezclados. La complejidad aumenta con la aparición de especies más termófilas como la Cornicabra o el Lentisco en zonas bajas. Hay que destacar la existencia de árboles centenarios como algunos quejigos y la milenaria “Encina de Chite”.

Además es un cazadero ocasional y esporádico de grandes rapaces como el Águila Perdicera y el Águila Real. Presencia también de Culebra de Escalera, Culebra Bastarda, Garduña, Comadreja, Jineta, Gato Montés, Buitre Común en paso, Perdiz Roja, Paloma Torcaz, Cuervo Común, Rabilargo (en abundancia), Conejo y Liebre Común .

Restos arqueológicos en Chite.

Culturales
La historia económica de Algarinejo durante los Ss. XVI-XX es la práctica ganadera, si bien el carácter pecuario del territorio debe iniciarse con anterioridad al menos desde época romana y potenciarse durante la época andalusí musulmana. La red de vías pecuarias de Algarinejo era estratégica para el movimiento de ganados, ovinos (oveja rabúa) y vacunos sobre todo, entre el valle del río Genil y la Subbética. En los
caminos de carne (según denominación local) transitaban abundantes ganados, documentándose el cobro de impuestos en sitios de paso obligado (puentes). Esta trashumancia regional explotaba las dehesas de “Castillejo-Chite”, encinares de gran porte con abundantes pastos en primavera-verano. La bellota era aprovechada por productores locales para la montonera de cerdo autóctono, hecho que origina
una industria chacinera de calidad considerable que llega hasta nuestros días.
La abundancia de lanas precisaba de una industria que acompañó al desarrollo ganadero, los llamados “Molinos batanes” que se construyen en los arroyos de Algarinejo a partir del S.XVI, para producir paños de calidad. También, los inmuebles de interés etnológico tienen una excelente representación en la ruta,
con varias tipologías de diferentes etapas cronológicas (Cortijo Bentomiz, Cortijo de Chite) a lo largo de la Vía Pecuaria.

Culebra de Agua en Alberca de Chite.

Video

Galería

Contacto

Ubicación