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Siglo XVI y XVII

Siglo XVI y XVII

En el año 1570 se ordena el decreto de expulsión de los moriscos. Aunque el despoblamiento afectó a la buena marcha de la economía, en general los siglos XVI y XVII fueron relativamente prósperos, tanto económica como demográficamente. La ganadería es una de sus actividades más importantes, mientras que la agricultura irá cobrando mayor protagonismo con el transcurrir de los años, ya que la presión demográfica provocó la roturación de dehesas y tierras de monte para dedicarlas a la labranza. Con los nuevos pobladores se instaura un nuevo trazado urbanístico de la localidad, en la que predomina la cuadrícula en torno a una plaza central, aunque persiste el trazado árabe de sus barrios antiguos. Por otro lado, sus dominios son convertidos en territorio de señorío, bajo la tutela del marquesado de Algarinejo.

Tras la   reconquista   y   hasta   el año 1578, Algarinejo perteneció a Pedro de Montalbán. Posteriormente fueron sus tierras confiscadas por la Inquisición y vendidas en señorío a Francisco de Lisón y Saorin, nacido en Montefrío.

En 1614, Algarinejo es vendido de nuevo, por Felipe III, al hijo de Francisco de Lisón: Mateo de Lisón y Viedma. Éste último compra por 3.200 ducados la jurisdicción civil, criminal y vasallaje del entonces llamado •cortijo de Algarinejo”. La localidad, que no era más que un reducido núcleo de casas, adquiere en estos momentos su condición de municipio independiente. Cuenta con media legua de terreno y con una vecindad de 117 habitantes, entre los que se encuentran un alguacil, un regidor, y un sacristán. Entre sus edificios destaca la existencia de una iglesia parroquial erigida hacia el año 1578, fecha en la que comienzan los primeros libros de bautismo, seguidos de los libros de desposorios en 1595.

En 1669 el municipio de Algarinejo vuelve a cambiar de propietario, y es vendido al nieto de Mateo de Lisón y Viedma: Juan Femández de Córdova, primer marqués de Algarinejo. Desde esta fecha y hasta el año 1693, la villa de Algarinejo (se le concede el título de villa en 1687) cuenta ya con 387 vecinos y dos leguas y cuarto de terreno. La recuperación económica que experimenta Algarinejo en el siglo XVII se traduce en la creación de fábricas artesanales relacionadas con la molienda de cereales, como son los molinos de cubo.

En 1680 hubo varios terremotos que consternaron al municipio.

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