Con el barroco surgirían nuevas maneras de ver la religión, con mayor teatralidad y movimiento. Es en esta época cuando empiezan las procesiones y la litúrgica en torno al vía-crucis. En Algarinejo se instalaron diferentes altares en las calles, en el recorrido tradicional de la procesión, desde la Iglesia hasta el Santo Cristo. De ellos, apenas quedan algunos ejemplares dispersos. De las más antiguas: dos en Calle de las Flores y una en C/Mesón, del antiguo vía crucis.