La comarca ha sido habitada desde el paleolítico. Fue solar del pueblo ibérico de los bastetanos, recibió visitas de fenicios y cartagineses, con roma adquirió importancia como lugar para la producción agrícola y posiblemente para la localización de núcleos urbanos. Los pueblos germanos lo utilizaron para sus correrías por el norte de África. Los árabes y beréberes dejaron una impronta notable. Los cristianos venidos del norte y de los territorios conquistados con anterioridad, aprovecharon parte de las infraestructuras existentes y las adaptaron a sus necesidades para crear una nueva sociedad. Esta inmigración perduró durante siglos después de la repoblación, pues fueron asentándose en el territorio comerciantes italianos y de otras partes de España.
En nuestros días, algunos espacios de la comarca registran la llegada de europeos del norte que buscan acomodo en estas tierras, al igual que los norteafricanos que vienen a trabajar temporalmente en las labores del campo.